sábado, 2 de agosto de 2008

Mi Procrastinación



Encontré la explicación al hecho de no poder concluir con nada o aplazar todo sobre mis labores, creyendo que tengo mejores cosas que hacer o en todo caso que llenan mi alma. Buscando sobre déficit de atención, creyendo que por ahí estaba mi problema, encontré un concepto que desnuda esta incapacidad de concentrarme. 

La procrastinación es un trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad. Éste puede ser físico, psicológico (en la forma de ansiedad o frustración), o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente de concluir. El acto que se procrastina puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante. La procrastinación también puede ser un síntoma de algún desorden psicológico, como depresión o TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad). La procastinación está directamente vinculada con dos factores que son como un círculo vicioso.

La Depresión: la depresión es una enfermedad de la mente que tiene consecuencias terribles en la persona que la padece. Anula casi por completo las capacidades de la misma para poder pensar con claridad, relacionarse, y en definitiva, vivir la vida. Uno de los síntomas clave de la depresión es el estado letárgico que induce. La persona depresiva no quiere saber nada del mundo, siempre busca la cama para dormir, para huir de una realidad que le duele y quizás hallar la paz en la inconsciencia que supone el sueño. La actividad, el llevar a cabo proyectos, implica de algún modo engancharse a esa vida, a esa realidad, y por eso una depresiva aplaza de forma consciente e inconsciente las tareas que debe hacer y se dedica a sustituirlas por otras irrelevantes pero que le proporcionan un placer más instantáneo y superficial. En estos casos, como la procrastinación está tan ligada a la depresión, obviamente la cura de ésta debería implicar la de aquella.

La "mente voladora": cada mente es un universo, y cada inteligencia tiene sus propios matices. Hay personas cuya inteligencia les dicta sobre todo actuar, actuar con tesón y perseverancia. Este tipo de mentes suelen llegar lejos en la vida, con el handicap de que solamente lo harán en un campo de especialización. Otras mentes, que me tomo la libertad de bautizar como "mentes voladoras" suelen dejar en un segundo plano la consecución de ideas, el llevarlas hasta el plano de la realidad. En este caso, la simple generación de ideas es una tarea permanente que consume todo el tiempo y energías de este tipo de inteligencias. El ser un manantial de ideas que jamás pueden pasar de la fase de proyecto es su destino. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que durante la implementación de una de estas ideas, surje otra enseguida que instantáneamente -al ser más novedosa- toma el primer lugar en la preferencias y por lo tanto se abandona la ejecución de la anterior. Esto obviamente conduce a otra forma de procrastinación, muy común entre las personas especialmente creativas.

Es más complicado que solo organización, como me lo dice mi madre.

Suerte.