domingo, 19 de agosto de 2007

Mi madre no tiene la culpa de que no sea de Alianza

El día de ayer, sábado 18 de agosto, Bárbara Vargas celebraba un año más de vida y con este una reunión en su céntrica casa en rinconada. No vale la pena opacar con menores anécdotas a la magnifica aparición del dueño de la casa: el Sr.Vargas, que me gustaría saber su nombre completo y numero de placa para denunciarlo por alterar la moral y buenas costumbres, y personalmente por agravios emocionales contra mi persona. En fin, sería mejor explicar o ilustrar su aparición relatando la situación.
A su entrada al patio de la casa, donde hacían todos los invitados, aparece mirando a todos y saludando uno por uno, con pequeñas paradas a contemplar a algunas de las señoritas. De pronto, el Sr.Vargas visualiza a Vane Muente, compañera de años de Bárbara y amiga del colegio, así como amistades entre sus familiares. Este se acerca entre sillas desordenadas y pasos apresurados a darle un beso a la niña.
Ya muy cerca de ella dice: No te veo hace tiempo oye! – de pronto parece perder el control de su sistema de equilibrio y cae súbitamente sobre la humanidad de su sobrina. En ese momento la ardilla rabiosa se ahogó en la risa y con ella todos.
El Sr.Vargas, reclamando el beso de la señorita, se sienta y empieza a obsérvanos a Bard – Raul Gonzales, a Yayo y a el que escribe. Hay que aclarar que Yayo nunca tuvo ningún vinculo amical con los familiares de Bárbara y de pronto nuestro “tío” nos repite a cada uno pausadamente y con temblorosos movimientos de cabeza, ¡Hace tiempo que no te veo oye!, refiriéndose a Yayo, y así sucesivamente a cada uno de nosotros.
En medio de la atención de los invitados pidió un trago. ¡Si tu chupas yo chupo! y ¡que sea doble por favor!. Con ello siguió el cumpleaños de su hija pero en un momento puso en duda la veracidad de su relación padre-hija. ¡Barbie…..Barbarita es mi sobrina!, dirigiéndose a todos nosotros. Luego, después de permanecer un rato callado, me mira fijamente a los ojos mientras se le escapa un hipo. Sobrino, hace tiempo que no te veo. Si pues tío – muy confianzudo yo sabiendo que lo conocía hace unos minutos y no en un estado de lucidez necesario – ¿Y eres del Alianza? – pregunta emocionado pensando que podríamos debatir sobre el estado de los íntimos – ¡No tío! – sabiendo que esa verdad podría ser contraproducente y sin esperar ni medio segundo y muy sincero dijo - ¡ENTONCES PUEDES IRTE A LA CONCHA TU MADRE! – me quede helado y no atine más que a reírme, sabiendo que el estaba de local y no estábamos en las mismas condiciones alcohólicas, de otro modo nos íbamos a las manos -. En ese momento explotaron las risas que fueron aguantadas por respeto de su autoridad cuando casi tumba a su sobrina, y la ardilla rabiosa sufría con tanta risa. Así sucesivamente mandó, literalmente, a la mierda unas tres veces al enamorado de “la Peje”, sumándole frases como: ¡Ustedes son unos conchudos! Que fue repetida unas 3 veces cuando no sabia que más decir y no sabemos específicamente porque se dirigía a Raul, Yayo y a mi de esa manera. En fin, alegró la ultima noche de tragos antes de volver a empezar clases, de lo cual yo no estoy muy seguro debido a problemas con mi matricula. Como conclusiones finales, el Sr.Vargas es un magnifico anfitrión, y su hospitalidad es raramente entretenida. Así que Raúl va a hacer las coordinaciones del caso para el alquiler del Sr. Vargas en ocasiones especiales como reuniones, chupetas y demás. Esperemos que el costo de sus servicios venga con el trago incluido en su organismo para beneficio de nosotros y nuestros futuros invitados. Éxitos.

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